miércoles, 21 de febrero de 2018

VAMPIROS AL SOL



Decapita los bares
la impía madrugada
y devasta su  fuego
los rincones oscuros de los parques,
las anónimas calles solitarias
y la esquina invisible de la noche
donde cuerpos y sombras
cambiábamos de piel.

Nocturnas criaturas enamoradas,
deambulamos perdidas.
Buscamos  un lugar,
un refugio seguro.
Algún garito abierto
hasta el amanecer
donde el francotirador de la aurora
no pueda disparar contra nosotros.
Buscamos un lugar
donde el desamor no pueda herirnos
con sus balas de plata.
Un lugar en el mundo
buscamos donde amar sea posible.

Seres incógnitos en la mañana,
náufragos sin rumbo del botellón
bajo los soportales de la plaza,
como almas oscuras
bebiendo entre tinieblas
la sangre de sus besos,
para sosegar la sed, nos amamos.

Antes de que amanezca
y la luz de este día
nos convierta en ceniza
y nos arroje, vampiros en paro,
a la tumba abierta
de los lunes al sol.



                           Manuel Bocanegra

Poema presentado al concurso de poemas de amor de Zenda